lunes, 30 de octubre de 2023

Velos y silencios, un nuevo libro de Ángel Muñoz

El martes, 17 de octubre de 2023, en la Biblioteca de Los Navalmorales (Toledo), fue presentada la novela Velos y silencioscon la asistencia del autor, Ángel Muñoz, y la participación de Mariví Navas (profesora de la UCM) y Jesús Bermejo (maestro). 

La novela, ambientada entre los Montes de Toledo, Ciudad Real, Córdoba y Madrid cuenta la investigación que Julio lleva a cabo en torno a la figura de su tío del mismo nombre, cuya temprana desaparición durante la Guerra Civil ha permanecido silenciada durante décadas por la familia. Se estructura en dos tramas, en la primera cuenta los años de infancia y juventud de Julio, mientras que en la segunda Julio, ya adulto, se adentra en los vericuetos de una investigación casi policial…

Ángel Muñoz Jiménez, nacido en Los Navalmorales (Toledo) ha ejercido su profesión de médico especialista en cirugía ortopédica y traumatología. Interesado desde siempre por la literatura, cursó estudios de escritura creativa en la Universidad Complutense de Madrid, de relato en la Escuela de Letras y de novela en dicho centro y en la Escuela de Escritura de Fuentetaja. Ha publicado poemas, relatos y artículos en distintos medios de comunicación. Cofundador y director de la revista Espartal. Junto al pintor José Félix del Puerto Almazán realizó el poemario ilustrado Camino hacia el reposo. Colaborador del libro homenaje El paraigua de Joan Brossa (Ed. Papers de Versàlia). Segundo accésit, en la modalidad de prosa poética, del II Certamen Internacional de Poesía y Prosa Poética “Espejo de Alicante” 2022, con el trabajo titulado Tiempo de descuento, publicado posteriormente en la revista Forja.

El acto comenzó con la lectura de dos fragmentos del libro y, después, yo mismo, hice una exposición de mis notas de lectura de la novela, en las que expuse un análisis pormenorizado de las dos tramas de la misma, así como de los recursos literarios usados.  A continuación, María Victoria Navas moderó un debate en el que intervinieron varias personas del público, y también hizo varias preguntas al autor, con el fin de conocer más detalles de la confección de la novela. El alcalde y la concejala de Cultura y Educación ofrecieron un obsequio al autor y a los presentadores de la novela, y el acto se cerró con la firma de libros por parte de su creador.

Voy a subir aquí mis notas de lectura sobre Velos y silencios. 

"Antes de empezar la exposición de mis notas de lectura, quiero darte las gracias, Ángel, por invitarme a participar en la presentación de tu libro Velos y silencios. Y también ya, desde el principio, quiero darte la enhorabuena, por los muy buenos resultados de tu trabajo, que sin duda habrá sido muy duro, pero, también, muy satisfactorio.

Ángel: Quiero además darte las gracias, pues has hecho posible que hoy nos reunamos aquí, en la Biblioteca del pueblo, para hablar de literatura escrita por un navalmoraleño. Y es un privilegio que nos acompañes, porque así podremos oír tus observaciones en este acto tan singular, un acto que da idea de lo mucho y bien que se trabaja en el Taller de Lectura de Los Navalmorales, tan acertadamente dirigido por Arturo Marqués, nuestro bibliotecario.

Quiero comenzar mi intervención señalando que voy a exponer mis impresiones acerca de la novela Velos y silencios. Pero no temáis, no voy a hacer un tratado de literatura. Me limitaré a exponer los apuntes que la lectura de la novela de Ángel me ha ofrecido.

Velos y silencios es una novela en la que Ángel Jiménez, su autor, nos presenta dos tramas. Es un libro que contiene dos narraciones que se complementan y que, cuando uno termina de leerlo, entiende perfectamente el porqué de ese trenzado capítulo a capítulo.

En la primera de las tramas, se nos presenta a Julio en sus años de infancia y juventud, años en los que se manifiesta, de forma perseverante y continuada, la ausencia de información acerca de un tío suyo que murió en la guerra civil, cuyo nombre ha heredado, y de cómo todo ello va conformando su carácter y su personalidad de forma persistente.

En la segunda de las narraciones, aquel niño Julio, ya adulto, quizá jubilado, envía correos electrónicos a su primo Luis, quien le contesta de vez en cuando utilizando el mismo procedimiento. Mediante esta narración epistolar, nos vamos enterando del enigma de la novela: la investigación de las razones por las cuales a Julio nunca le ha hablado su familia de su tío el soldado, que fue fusilado cuando estuvo alistado en el ejército republicano.

La primera de las dos tramas es una narración en tercera persona en la que, como decíamos, se nos cuentan diversos episodios de la infancia y juventud de Julio, una narración que nos permite ir conociendo cómo la muerte de Julio, el soldado, es un acontecimiento que afecta profundamente a todos los miembros de la familia, y cómo la ausencia de información acerca de dicho acontecimiento constituye la base fundamental de las relaciones que se establecen entre los diversos familiares. En esta trama nos presenta el narrador dos lugares muy importantes de la infancia y la juventud de Julio, Los Navalmorales, su pueblo, y la ciudad de Madrid, sobre todo el barrio de Carabanchel Bajo. Se nos describen y narran aspectos fundamentales de la vida de Julio con el objetivo de implicarnos, como lectores, en la importancia de la ausencia de su tío, pero eso no impide que el narrador se explaye, y sea así como conozcamos estampas muy acertadas de Los Navalmorales en los años cincuenta, un tiempo de posguerra gris y triste, en el que, no obstante, la vida sigue. Así ocurre en ese capítulo tan atinado, titulado Intoxicación, en el que se nos muestra una noche de fin de año, con amigos, migas, misa del gallo y paseo de ronda cantando El calderero. Y también otras estampas de un espacio y un tiempo ya diferente, la ciudad de Madrid y sus barrios, especialmente Carabanchel Bajo, en ese inicio de apertura social que se va configurando en los primeros años sesenta, esa ciudad luminosa que descubre Julio en el capítulo titulado Juventud. Cruzar el río.

En la segunda de las tramas, la de los correos electrónicos, el autor acierta al elegir que la narración se haga en primera persona. Julio, el sobrino, en su edad adulta, intenta investigar todo lo posible, en archivos históricos y en documentos memorialísticos, qué pudo sucederle a su tío Julio, un joven que, a los diecisiete años, en plena guerra civil, se alista en el ejército republicano en 1938 y pierde la vida poco después, al ser fusilado, bien al intentar fugarse, o quizá debido a una delación. Es un acierto que el autor del libro haya elegido el género epistolar, en su versión moderna de correos electrónicos. Ello exige la elaboración del texto en primera persona y la creación de un interlocutor, ese primo de Julio llamado Luis, que le da la réplica y que, con su presencia, hace posible que ambos complementen sus correos con mucha información y, de paso, intercambien bastantes sentimientos y opiniones sobre el asunto fundamental de la novela y sobre otras cosas relacionadas con sus propias vidas.

El autor dispone los capítulos de su libro de forma encadenada, esto es, uno de la trama primera y otro de la segunda. Así, trenzados sucesivamente, los capítulos de una y otra narración avanzan y se entremezclan, de tal forma que ambos relatos confluyen una y otra vez dando densidad al contenido. Si en la narración de la infancia hay una cierta exposición cronológica, aunque no pretenda ser rigurosa, en la trama de los correos, la presentación de los documentos y de los hechos también sigue una cierta continuidad, si bien es verdad que el autor, porque así lo ha decidido, nos coloca al comienzo de la novela un texto que podría ser el documento con el que se cerrase la novela. Pero no lo hace así y todo tiene su porqué.

A pesar de lo dicho, en esta novela lo importante no es la intriga. Lo que de verdad cuenta es cómo va moldeando el carácter de Julio la ausencia de explicaciones acerca del acontecimiento fundamental de su familia: la muerte del soldado Julio en la guerra civil. Esta ausencia va conformando su personalidad de forma doliente y afligida, y así lo contemplamos en la narración de su infancia y juventud. Por esa razón, la averiguación de las causas por las cuales la familia no ha dado a conocer lo que sucedió es el meollo de los correos que Julio, ya adulto, da a conocer a su primo Luis, mediante una serie de documentos históricos que revelan una labor de investigación rigurosa y exhaustiva. Unos documentos de muy diverso tipo, históricos, jurídicos, periodísticos y memorialísticos, que poco a poco nos van dando a conocer lo que pudo haberle sucedido al soldado Julio durante la guerra civil. También hay cartas y una maleta. Y, sobre todo, una fotografía, en la que aparecen tres mozos de diecisiete años que se incorporan al ejército republicano en 1938.

En la trama en la que se nos narran fragmentos de la infancia y de la juventud de Julio, se nos presentan diversos personajes familiares que van moldeándole su personalidad y su carácter. De entre ellos sobresale Elvira, la abuela, un personaje esencial en esta novela, aunque todos, las tías, los padres, los hermanos, participan de esa ausencia de información acerca de la muerte de Julio el soldado. Todos sufren esa ausencia del familiar muerto durante la guerra, del que nunca han intentado recuperar ni su cuerpo, ni apenas información alguna acerca de donde yacen sus restos, y cada uno lo procesa a su manera.

Podría pensarse que estamos ante un libro que debería incluirse en lo que hoy se conoce como memoria histórica y en cierto modo así es. Lo que sucede es que el soldado Julio, que se incorpora al ejército republicano, es fusilado por los de su propio bando, bien al intentar pasarse al enemigo, o quizá porque es delatado como favorable a los nacionales. Cuando los padres del soldado Julio, que viven en zona republicana, reciben una carta informando sucintamente de su muerte, la familia, por prudencia, no reclama nada por temor a represalias. Pero terminada la guerra, cuando se elaboró la famosa Causa general de 1940, que afectaba únicamente a las víctimas ocasionadas por los republicanostampoco la familia reclama, ni apenas hace nada para recuperar sus restos. Todo es silencio, ausencia, así decidido fundamentalmente por la abuela Elvira. Todo es un mundo velado, del que nunca hablan los adultos, del que nunca se habla a los niños ni a los jóvenes. Muchos años después, curiosamente Julio, el investigador, se acoge a la ley de  Memoria histórica, de 2007,  de asistencia a las víctimas de la guerra civil y de la dictadura franquista, y solicita recuperar los restos de su tío. Todo un cierre paradójico del círculo perverso de la guerra civil.

He de señalar que el lenguaje utilizado por el autor en cada una de estas dos narraciones es luminoso, es agudo; nos muestra con precisión su dominio de la lengua y las posibilidades literarias que esta ofrece, adecuándose al formato elegido en cada caso y a los personajes allí descritos. Quizá la primera de las narraciones podría clasificarse como un relato social o psicológico. Y la segunda narración se podría tomar como una novela histórica o memorialística, incluso como un relato de suspense e investigación. Pero en verdad yo no me atrevería a afirmar que estamos ante una novela histórica, o memorialística, o una novela de suspense. Creo que más bien estamos ante una novela compleja en la que el lenguaje es el protagonista fundamental. Por eso, la autora del prólogo, Cristina Cerrada, se atreve a decir que es una novela literaria, si es que se puede decir así, una novela casi poética.

Y estoy de acuerdo, porque cuando se termina de leer Velos y silencios, lo que más le ha gustado a uno ha sido la satisfacción de haber disfrutado de un texto bello, muy trabajado, muy elaborado, muy pensado. Un libro en el que el autor se vuelca en sus personajes para tratar de averiguar el porqué de la ausencia de un familiar, cómo se combate su ausencia continuada, y de qué forma se procesan los duelos. Porque lo fundamental de esta novela es una búsqueda: la de cómo hacer un duelo, el duelo de alguien que murió no se sabe dónde, ni cuándo, ni por qué. Tan es así que cuando el protagonista sabe, por fin, ese dónde, ese cuándo y ese por qué, todo se apacigua en él, todo cobra serenidad. Ese sería, en mi opinión, el tema de esta novela: solo el conocimiento de los hechos abre el camino a la serenidad.

Gracias, otra vez, Ángel, por tu esfuerzo, por el reto, tan conseguido, de incluir en una novela de menos de trecientas páginas dos historias trenzadas en una, cuyos protagonistas, uno, ausente y otro, omnipresente, comparten el mismo nombre, Julio. Y, como broche final, gracias también por el regalo de darnos a conocer, en la dedicatoria, que a Julio Muñoz, tu hermano, le debes la idea y la mayor parte de los documentos de la novela.

Gracias por tu libro y por estar hoy aquí. Y gracias también a todos vosotros por asistir a esta presentación".


jueves, 5 de octubre de 2023

El Camino de Santiago, Juan Pablo y Juan Ramón Jiménez

 

Entre Castrogeriz y Frómista (Foto de Juan Pablo, 5/10/2023)

Anda estos días nuestro amigo Juan Pablo caminando por la meseta castellana rumbo a Compostela. Tenía muy claro que cuando se jubilase iba a hacer el Camino de Santiago a pie y, después de algunas tareas que tenía pendientes, lo ha preparado todo y ahí está, todo un peregrino hecho y derecho, que en cada etapa va curtiéndose más y más, ganando en resistencia y en nuevas experiencias.

Salió de Saint-Jean-Pied-de-Port el 19 de septiembre y ya ha recorrido más de 300 km. por tierras de Navarra, La Rioja y Castilla la Vieja. Sé que hoy está haciendo la etapa de Castrogeriz a Frómista, y que esta tarde podrá disfrutar de la belleza de esa joya del románico que es la iglesia de San Martín. Mucho ánimo, Juan Pablo, que estás en lo mejor del camino. Ahí te envío el soneto Octubre, de Juan Ramón Jiménez, para que lo disfrutes en directo, tú que puedes. Ya nos dirás. Un abrazo.             

Octubre 

Estaba echado yo en la tierra, enfrente
del infinito campo de Castilla,
que el otoño envolvía en la amarilla
dulzura de su claro sol poniente.

Lento, el arado, paralelamente,
abría el haza oscura y la sencilla
mano abierta dejaba la semilla
en su entraña partida honradamente.

Pensé arrancarme el corazón y echarlo,
pleno de su sentir alto y profundo,
al ancho surco del terruño tierno,

a ver si con partirlo y con sembrarlo
la primavera le mostraba al mundo
el árbol puro del amor eterno.

 Juan Ramón Jiménez

Sonetos espirituales, 1915


Postdatas:

Una

18/10/2023

Y mañana, día 19, nos uniremos a, Juan Pablo en Sarria, para hacer juntos las seis etapas finales del Camino. Ánimo, JP, que ya has dejado atrás O Cebreiro.

Jesús Bermejo

 

Dos

29/10/2023

Ya de nuevo en Madrid, después de seis etapas, desde Sarria a Santiago, seis días de caminatas, 120 km (nosotros tres) y 850 km Juan Pablo. Descanso en Santiago y Villafranca del Bierzo. Y ayer, regreso a casa. Ya contaré más despacio esta experiencia.

Jesús Bermejo

 

Tres

8/12/2023

Acabo de publicar una entrada con mis impresiones sobre el Camino que hicimos, de Sarria a Santiago hace un mes.

https://roblesamarillos.blogspot.com/2023/12/por-el-camino-hacia-santiago.html?m=1

Jesús Bermejo