jueves, 21 de septiembre de 2023

El Hierro y La Palma


Este verano pasado, estuvimos en las islas de El Hierro y La Palma, invitados por nuestros amigos Isabel, Juan Pablo, Carmen Nieves y Gasín. En El Hierro ya habíamos estado antes dos veces, la última en el año 2009; en La Palma, una vez, allá por el año 2005. De nuestra experiencia en El Hierro, dejamos un testimonio en este blog, cuyo enlace aquí traigo, con una sugerencia: que leáis lo que allí escribimos, con el fin de refrescar impresiones y paisajes.

https://roblesamarillos.blogspot.com/2018/06/en-la-isla-de-elhierro-la-bajada-es-mas.html

El Hierro

¿Qué añadir a lo que escribimos en 2009, cuando la Bajada de la Virgen? Recordemos algo:

"El Hierro, esa isla remota, la más lejana, considerada por algunos como la isla perdida en medio del océano Atlántico, es la más desconocida, y sin embargo la más singular de todas las Islas Canarias, entre otras cosas porque ninguna tiene una Bajada, tan singular y tan larga, en el espacio y en el tiempo. Visitar esta isla con nuestros amigos es un privilegio: Con Isabel, cuya familia materna es de aquí; y con Juan Pablo, que lleva en esta tierra casi treinta años, toda su vida profesional. 

Un privilegio por todos los lados, con estos guías inmejorables. La casa del Monte, en Aguadara; La Caleta, donde tienen una casa hecha con primor, cariño y conocimiento, con su mar al lado y sus piscinas de agua salada; Valverde, la capital, esta vez de fiesta; La Restinga, con su playa, su paseo marítimo, su reserva marina y sus restaurantes; El Pinar, ese pueblo tan singular, tan solidario. El parador, varado junto a la orilla del mar; el pueblo de Frontera, en El Golfo, sus playas y el hotel más pequeño del mundo. El Mirador de la Peña, desde el que transportamos en una bolsa un lagarto, sin saberlo, tal fue su osadía y nuestra sorpresa; el árbol santo, el Garoé, con sus nubes bajas y la lluvia horizontal; el poblado de La Albarrada, que fue el primer pueblo de la conquista. Echedo, Mocanal, el Pozo de las Calcosas, El Tamaduste; el renovado puerto de La Estaca; Tiñor, Guarazoca, Isora; Sabinosa, donde las sabinas crecen horizontales, tal es el viento de la zona; el faro de Orchilla, por donde pasaba el meridiano cero. El agua indispensable (como en todas partes, pero ellos lo saben desde siempre), los aranfaibos, las goronas, los óranes, la muda, los bimbaches. El Julan, los números, los letreros, los caracteres líbico-bereberes de las inscripciones, el Tagoror, el conchero, las lapas…"


Del viaje que hicimos este verano pasado, quiero traer aquí una colección de fotos en las que, sobre todo, nos impactó la naturaleza en su grado más primigenio, ese ir haciéndose la isla de El Hierro, en una combinación de tierra, mar y luz, un fundido mineral en el que fue apareciendo poco a poco el mundo vegetal, y luego el animal, para, cuando ya llega el ser humano, observar cómo intenta integrarse en ese espacio,  cubrir  sus necesidades y convivir en equilibrio con la naturaleza, una convivencia telúrica, pues a veces la tierra se abre, en el mar o en tierra firme, y muestra de verdad quién manda, pero también cómo a todo ello se acomodan los hombres y mujeres que allí habitan, y cómo esa convivencia conforma su manera de vivir, sus costumbres, su historia y su cultura. 

Y en este viaje reciente continuamos aprendiendo topónimos de El Hierro: Las Puntas, El Tamaduste, Playa del Salto, Punta de Malpaís, Roque de las Gaviotas, Playa de los Callaos, Playa del Verodal, Arco de la Tosca, Punta de la Sal, Arenas Blancas, Mirador de la Llanía, Timijiraque, Puerto de la Estaca y, siempre, La Caleta.  





























La Palma

Nada más llegar a la isla de La Palma, Carmen Nieves y Gasín nos llevan a ver el Volcán de Tajogaite, humeante aún, ese volcán cuya erupción comenzó el 19 de septiembre de 2021 y se detuvo después de 85 días, el 13 de diciembre de ese año. Impresiona verlo humear aún, impresiona ver solidificados los ríos de lava, emociona ver cómo van de nuevo conquistando el espacio: carreteras nuevas, cultivos que siguen, casas que se remozan o se levantan de nuevo...

Y después, dos intensas emociones: la excursión a la Caldera de Taburiente y la vuelta a la isla. Nos impactó esa mezcla imponente de espacios diversos: erguidas crestas montañosas, precipicios imponentes y senderos, valles feraces, volcanes y malpaís, salinas y bosques poderosos, y siempre, por todos los lados, el agua, las tuberías que suben y bajan, los depósitos que aseguran cosechas con futuro.

Y esos nombres: La Caldera de Taburiente, El Mirador del Time, Los Llanos de Aridane, El Paso, Tazacorte, Tinizara, El Jesús, Tajuya, La Punta, Tijarafe, Puntagorda, Garafía, Los Sauces, Las Mimbreras, El Roque de los Muchachos, Santa Cruz de la Palma, El Charco, Las Indias, Puntalarga, el Faro y las Salinas de Fuencaliente, el Teneguía, el Mirador de los Brecitos, el Río Taburiente, la Cascada de la Fondada, el Barranco de Hoyo Verde…