martes, 15 de mayo de 2012

Garzas en primavera


Aquella poesía del Cancionero popular nos dejaba como tristes y pensativos cuando la leíamos.


Malferida iba la garza
enamorada:
sola va y gritos daba.
Donde la garza hace su nido,
ribericas de aquel río,
sola va y gritos daba.




A finales de abril, caminando junto a un arroyo del río Pusa, en los Montes de Toledo, vimos dos garzas jugando mientras volaban. Por un momento, aquella poesía tradicional quedaba como oculta tras unos versos que se me ocurrieron  y que anoté en un papelillo.


Junto al arroyo
iban volando dos garzas:
enamoradas.
Iban volando dos garzas,
y entre los juncos,
posándose se besaban.

 


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