Andar y andar
Tu papi te recogió una tarde
en la guardería del
barrio,
y al volver, en el
gran patio,
se adelantó y te
llamó.
Tú miras al suelo,
abres en cruz los
brazos
y, decidida, vas
andando,
“un paso, y dos, y
tres”.
Suena el viento,
tu papi te llama
y tú le contestas,
“y cuatro, y cinco, y seis”.
Ves un pequeño
problema,
se lo dices, él te anima
y sigues tu
caminata,
“ y ocho, y nueve, y diez”.
Abres mucho los brazos
y sonríes satisfecha,
y tu papi te abraza
y te abrazas a
él.
Así fue el primer día
en el que te
soltaste
para andar ya sola.
Celebrabas tu primer año
y era el comienzo de un mundo nuevo.
El mundo entero esperaba
tu sonrisa radiante y complacida.
El mundo entero
esperaba,
con amor, a Carolina.
JB, julio 17
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