A pesar del parón que supuso el comienzo de la pandemia en marzo de 2020, tengo que manifestar que poco a poco fui recuperando mi ritmo de lecturas, que, como casi siempre, tiende a ser diverso y caprichoso.
Libros leídos desde enero de 2020 hasta ahora mismo
Novelas
Formas de estar lejos, de Edurne Portela
Mi primera lectura de Edurne. Buen
argumento y acertada descripción del ambiente de profesores universitarios
extranjeros en Estados Unidos. El acoso machista en las relaciones de pareja
está bien presentado.
Mejor la ausencia, de Edurne Portela
Una historia de jóvenes en el País Vasco
de los años ochenta. Un hallazgo el encontrar la sintaxis y el vocabulario
adecuado a las distintas edades de la protagonista.
Lluvia fina. El huerto de Emerson, de Luis Landero
Dos libros que continúan la etapa de Landero
que se inicia en El balcón abierto, que me gustó. No tanto Lluvia
fina, aunque le reconozco los méritos que tiene. Y de El huerto de Emerson me gusta su enjundia y su capacidad de envolver. Pero sigo
quedándome con sus descripciones de esa Extremadura de los cincuenta que aún
nos muestra. Solo por eso ya merece la pena su lectura.
Fin de temporada, de Ignacio Martínez de Pisón
Una buena historia, que no voy a desvelar,
bien contada. Por momentos apasionante, si bien creo que, en ocasiones, se
estira el argumento y resulta menos creíble. Lo mejor, el comienzo. Y la
creación de espacios.
El miedo de los niños, de Antonio Muñoz Molina
Un libro corto pero muy interesante. Una
buena historia acerca de los miedos de los niños, quizá debería decir, de los
niños de los cincuenta. Dos personajes inolvidables en un cuento de miedo.
Autobiografía de Federico Sánchez, de Jorge Semprún
Una relectura: sigue siendo un libro válido para muchas
cosas y por muchas razones, pero quizá no haya envejecido bien. Lo que más
valor tiene hoy, al menos para mí, no es la diatriba política que tanta
repercusión tuvo en 1977, cuando se publicó la Autobiografía, sino
la narración de la experiencia clandestina de Jorge Semprún en España, vivida
con una potencia vigorosa llena de energía y seducción.
Federico Sánchez se despide de ustedes, de Jorge Semprún
Otra relectura: lo que más me interesó fue
la elaboración de un malo como personaje, Alfonso Guerra. Sigue siendo un libro
interesante porque Semprún sabe elegir bien sus argumentos: su propia vida.
Feria, de Ana Iris Simón.
Un descubrimiento. Mitad novela, mitad
ensayo, ha revuelto el mundillo literario y social por poner en solfa algunas
cosas del progresismo. Lo que más me interesa es la parte narrativa, la
historia de sus dos ramas, la de los feriantes o mercheros y la de los
agricultores comunistas de La Mancha. Con un estilo desenvuelto y con
desparpajo cuenta una buena historia de gente sencilla y canta las cuarenta al
mundo actual.
Amor, de Sara Mesa.
El libro del año, según Babelia. Bien pero no tanto, en mi opinión. Se lee bien, está bien escrito, es interesante y te atrapa. Pero no llego a creérmelo del todo. Buen libro pero, para mí, no el mejor.
Sueños de hojalata, de Javier Bermejo
En 2019, Bermejo publicó una novela titulada Ganadería diplomada,
en la que hizo suyo un espacio vivido en su adolescencia y, con
plena soberanía, construyó en él una ficción. Ahora hace suyo un espacio ajeno
y construye una ficción basada en el mundo real de los mercheros, de ahí su
título. Además de un hallazgo en la construcción de monólogos, posee potentes
personajes que nos muestran un mundo ya perdido. Y em medio de todo ello, una
historia de rabia y de miseria que no puedo ni debo desvelar. De próxima
publicación.
El olvido que seremos, de Héctor Abad Faciolince
Un libro inolvidable, bien construido, muy
bien escrito. Crea unos potentes personajes, presenta una sociedad convulsa y
nos muestra una familia inolvidable en la que sobresale el amor del padre por
sus hijos. Y el libro es un homenaje del hijo al padre, un hombre sabio y bueno
abatido por los bárbaros.
Tomás Nevinson, de Javier Marías
Estoy terminándola ahora mismo. Casi
setecientas páginas. Es una novela en el más puro estilo de su autor: en ella
cabe todo lo que él quiera y nada sobra. Te envuelve, te atrapa, te hace
acompañar a sus personajes, los conoces, los observas, te enteras de todo lo
que el autor quiera decir sobre ellos, sobre su sociedad, sobre su historia. Un
repaso al mundo del espionaje y una apuesta moral por poner a los terroristas
en donde merecen estar. Un placer leer este nuevo libro de Marías.
Relatos
Robin Hood. Inser coin, dos libros de José
Luis Garci
Solo por conocer cuándo vio el niño José Luis Garci la película Robin Hood ya merece la pena leer el primer cuento. Imborrable la narración detenida en el tiempo, el amor al cine, la alegría de la amistad. Un cuento de un cinéfilo empedernido que yo no sabía que era un buen escritor. En cuanto al segundo libro, un conjunto de relatos, siempre de tema cinéfilo, en el que destaca su autor por sus conocimientos del tema pero también por su pericia narrativa. A destacar algunos cuentos por su enjundia erótica, un asunto que, en sus películas suele tratar de manera más convencional.
Ensayo
Sapiens, de Yuval Noah Harari
Un ensayo que abarca desde el comienzo del universo
hasta el momento actual y una posible proyección de futuro. De estilo ameno,
con intención interrogativa, con actitud crítica, se lee con ganas y destaca
por su dominio de la descripción.
El eco de los disparos, de Edurne Portela
La versión en ensayo de la novela Mejor la ausencia. Un intento de mostrar, y de analizar, el País Vasco de los años ochenta, una sociedad que vive envuelta en un clima de violencia terrorista extrema, una violencia de ETA y su entorno pero también de grupos anti-ETA y cuerpos de seguridad. Intenta la autora exponer lo que se vivió y sacar algunas conclusiones de aquel periodo difícil.
Madrid, de Andrés Trapiello
Un libro que leí en cuanto salió, bien
escrito y bien editado. No es un libro de consulta: se lee todo seguido, desde
el principio hasta el final, como si de una novela se tratase. Y en cierto modo
lo es, pues nos muestra la trayectoria de un personaje, que es su autor, en la
ciudad de Madrid, y la trayectoria de una ciudad según la conoce dicho
personaje. En esa simbiosis reside el éxito de este libro y de esa simbiosis se
alimenta su radical diferencia respecto de cualquier guía de Madrid.
El infinito en un junco, de Irene Vallejo
Un libro de divulgación escrito desde el
amor a los clásicos por alguien, la autora, que sabe hacer de ellos pasado y
presente a la vez. Buen estilo, ingenio y conocimientos hacen del ensayo un
libro ameno y optimista.
Un cinéfilo en el Vaticano, de Román Gubern
Pequeño libro que nos describe la
experiencia de lo que su título indica. Inolvidables las anécdotas, los
espacios y los personajes que aquí aparecen. Buen humor y ciertos rasgos de
autenticidad acerca de la biografía personal del autor.
Examen de ingenios, de José Manuel Caballero Bonald
Unos cien personajes del mundo de la
cultura y le arte son presentados por el autor. Junto a anécdotas impagables,
un rigor analítico nos muestra lo que Caballero Bonald piensa respecto de la
obra de sus retratados. Se coincida totalmente o no en el juicio, siempre es
digna de elogio la actitud del autor. Y altamente recomendable la lectura de
este libro por su buenísima prosa y por la fina crítica literaria o artística
que se nos regala.
Biografías
La furia y los colores, de El Gran Wyoming
Libro divertido, ameno, festivo. Quizá peca de un
defecto: que su autor quiera mostrarnos a su personaje preferido, él mismo,
como una mezcla de pasota, vago y vividor. Llegado un momento, cansa, sobre
todo porque vemos que en muchas ocasiones predomina ese personaje sobre la realidad que se nos presenta. En todo caso, un libro divertido y con
abundantes anécdotas. Y bastante bien escrito.
Bajo F. Un paseo por la memoria, de Rosa M. Hernández Crespo
Un libro que recuerda los momentos iniciáticos de una
niña que vive en Madrid en los años cincuenta. Su familia, su bloque, su paseo,
sus amigos, el colegio, los vecinos y vecinas, las anécdotas. Quizá lo mejor
sean dos cosas: lo que se nos cuenta de cuando van de vacaciones al pueblo y la
descripción sentida de la historia de uno de los familiares directos. Buen estilo, memoria potente y una
cierta melancolía dulcificada por un fino sentido del humor.
Las vidas de Miguel de Cervantes, de Andrés Trapiello
Una biografía de Cervantes que pretende no
ser una más, pero tampoco la definitiva. Con abundancia de datos, soltura en la
narración y una buena dosis de anticervantismo, Trapiello discurre por la vida
de Cervantes haciendo como suele hacer siempre, haciéndolo suyo, es decir,
exponer lo que se sabe, rebuscar lo que se puede e intentar suponer lo que se
desconoce. Bien escrita, bien trabada, esta biografía se lee con gusto y se
aprende de ella.
Ida y vuelta. La vida de Jorge Semprún, de Soledad Fox Maura
Una biografía de Semprún, otra, que narra su heterodoxa vida, esa que va de un niño nacido en la alta sociedad madrileña de principios del siglo XX y que termina en el París de casi un siglo después. Quizá lo mejor sea la documentación de la etapa de infancia y familiar, no en vano la autora es de una rama de los Semprún. No siempre es complaciente con el biografiado, en muchos casos nos muestra las muchas cars ocultas de un personaje tan heterodoxo y con una vida tan excepcional que él convirtió en la base de su literatura. Interesante y con nuevas aportaciones.
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