lunes, 18 de enero de 2021

La Fuente de Los Seis Caños de Los Navalmorales

 

En el Diccionario geográfico, estadístico e histórico de España y sus posesiones de ultramar, publicado por Pascual Madoz entre 1846 y 1850, aparece la entrada dedicada a Los Navalmorales en la página 59 del tomo XII, y en ella se puede leer este texto:

"Se surte el vecindario de aguas potables en una fuente de 4 (sic) caños, que hay en una de las plazas, construida en 1627, con un pilón de 11 pasos de largo y 5 de ancho, para las caballerías: su calidad un poco gruesa con algo de sulfato de cal”.

Nos encontramos, por tanto, ante la Fuente de los Seis Caños, el monumento civil más antiguo del pueblo (el rollo antiguo era de 1665), la referencia imprescindible de la plaza a la que da nombre, el lugar en el que, desde hace casi cuatrocientos años, se han dado cita los navalmoraleños para abastecerse de agua, dar de beber a los animales y celebrar mercados, fiestas y verbenas.



En una fotografía de Hermenegildo Fernández, fechada en 1902 y publicada en un periódico de Madrid, del cual tenía un ejemplar Telesforo Navas, aparece la Fuente de los Seis Caños. En 1995, su hija Mariví Navas vio dicho periódico y buscó que le hicieran una buena fotocopia que mejorara la imagen, ya muy deteriorada. En 2001, Jesús Bermejo restauró a lápiz dicha copia e hizo una segunda versión, ya coloreada. En dicha foto se puede observar la Plaza de los Seis Caños, con el herradero a la izquierda, y a continuación varias casas, una de las cuales tiene un reloj, el primer reloj público en España de 24 horas. Aunque con dificultad, se ve a la derecha la Fuente de los Seis Caños, con su pilón y con un animal abrevando en sus aguas.

Queremos destacar la importancia de la fuente no solo por su antigüedad sino también por su sencillez: una equilibrada combinación de materiales y formas que convendría restaurar con sabiduría cuanto antes y mantener siempre limpia como los chorros del oro. Además, sería muy oportuno ordenar su entorno, impidiendo que los coches aparquen a su vera y procurando que nada, ni siquiera los árboles o las plantas, destaque más que la propia fuente.

Y así, se podría celebrar con orgullo que, en la plaza más emblemática del pueblo, una humilde fuente que está a punto de cumplir cuatrocientos años de historia es tratada con respeto y con cariño por todos los navalmoraleños. Porque así se lo merece la Fuente de los Seis Caños, una fuente que ha saciado la sed de vecinos y caminantes, de bestias y de otros animales, y que ha sido testigo de los juegos y las risas de los niños, de las confidencias de amigos y novios, del trajín del herradero y de la posada, de los tratos de vendedores y compradores, de la soledad de las tardes frías de invierno y del frescor de las noches de verano.  


                                                                                                                     Jesús Bermejo

                                                                                                              Enero, 2021

No hay comentarios:

Publicar un comentario