La Jara es una comarca castellana que comprende diversos pueblos del oeste de la provincia de Toledo, el rincón de Anchuras, perteneciente a Ciudad Real. y varios municipios del este de la provincia de Cáceres.
Situada entre los ríos Tajo y Guadiana, es una de las muchas tierras de la España vacía, que demanda un trato especial de las diversas administraciones, central, autonómica y local.
Territorio natural de gran importancia, alberga en su seno una fauna y una flora endémicas que son la quitaesencia del bosque mediterráneo, no en vano es en estas tierras donde va recuperándose el lince ibérico, que hasta hace poco estaba en serio peligro de extinción.
Uno de los placeres más completos para los sentidos es recorrer sus pueblos y sus montes en mayo, cuando la jara, ese arbusto del que toma el nombre, florece y pespuntea de blanco todo el horizonte, llenándolo con su delicado perfume.
Quizá porque están cerca los Parques Nacionales de Cabañeros y de Monfragüe, La Jara queda fuera de las redes del viajero naturalista. Solo el Geoparque Villuercas-Ibores-Jara intenta hacer visible este espacio tan singular.
Eso sí, estas tierras son bien conocidas entre los cazadores, sobre todo por las monterías en las grandes fincas particulares que hay dentro de su perímetro, todas ellas propiedad de latifundistas que viven en Madrid y que solo se acuerdan de La Jara cuando se abre la veda.
Loss pueblos languidecen año tras año, aunque cada uno hace los esfuerzos que puede con el fin de asegurarse algún futuro en esta lucha por la despoblacion que mantienen los territorios de la España vacía.

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