De la época
aquella en la que el desfile de las Fuerzas Armadas se llamaba desfile de la
Victoria es el llamado Arco del Triunfo que hay en la plaza de la Moncloa de
Madrid, arco construido entre 1950 y 1956 y en el que se conmemora la victoria
del ejército franquista en la guerra civil española. La calle que rodea al Arco
del Triunfo se llamó avenida de
la Victoria hasta 1999;
en ese año pasó a denominarse… avenida del
Arco de la Victoria, en
el mandato del alcalde Álvarez del Manzano.
Ahora que, en
aplicación de la ley de memoria histórica, el Ayuntamiento de Madrid prevé
cambiar algunos nombres de calles, entre los cuales está el de la citada
avenida, propondría que la avenida y el arco se llamaran de la Moncloa, pero ya
hay una avenida en la ciudad denominada así. Por eso mi propuesta es que al
arco sí se le llame de la
Moncloa, y que a la
avenida se le dé el nombre de Cervantes. Ya sé que en Madrid existe la calle de
Cervantes pero también hay calle y avenida de Barcelona y está bien que sea
así.
Dejar de
hablar de avenida del Arco
de la Victoria y llamarla
avenida de Cervantes sería confirmar que aquella victoria
de hace casi ochenta años fue una derrota para todos los españoles; y también
sería una muestra de reconocimiento de la ciudad de Madrid a Cervantes, quien
en esta villa vivió y escribió sus mejores libros, y a quien la ciudad nunca ha
homenajeado como se merece: hagámoslo en este cuarto centenario de su muerte.
Atentamente,
Jesús
Bermejo
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