Hace un
par de meses el Ayuntamiento de Los Navalmorales encargó el Pregón de las
fiestas de 2017 a María Victoria Navas Sánchez-Élez. Y en las vísperas de las fiestas, Mariví leyó
un pregón animoso y ajustado, un pregón en
el que sus palabras destilaron ironía, melancolía y amor a su pueblo. Un pregón
en el que también hizo recuento de todo lo que, pasado y presente, constituye
la identidad de Los Navalmorales, de sus logros y de sus posibilidades de
futuro. Un pregón hecho con ganas, con emoción y con estilo. Un pregón en el que
rindió homenaje a todos los navalmoraleños, por sus trabajos, sus virtudes y su
rica historia.
Mariví me sigue emocionando cuando canta el
romance de “La doncella guerrera”. Y creo ser sincero si digo que me emocionaría,
bien es verdad que quizá no tanto, aunque Mariví no fuese mi mujer. He de decir
que tampoco es casual que haya elegido ese romance, pues Mariví es una mujer
que defiende su igualdad con los hombres (y mujeres) en la vida diaria, una
igualdad en derechos y deberes en la que hombre y mujer nunca olviden sus
respectivas identidades como personas. Así que enhorabuena otra vez, Mariví,
por tu pregón, por tu gracia y por tu sabiduría.
Ha sido este un verano rico en homenajes y alegrías: a la sincera
y rotunda emoción de los navalmoraleños cuando oyeron el pregón, hemos de
añadir el reconocimiento del pueblo portugués de Barrancos y del Centro de
Lingüística de Lisboa hacia el trabajo de investigación de la lengua
barranqueña al que María Victoria ha dedicado muchos años. En Barrancos se
presentó, a finales de julio, su libro Barrancos, Lingua, Cultura e Tradição, en un acto con proyección de futuro y, también, muy emotivo.
Y como no hay dos sin tres, en este mes de
octubre María Victoria ha ingresado en la Real Academia de Bellas Artes y
Ciencias Históricas de Toledo, un justo reconocimiento a
su trabajo como profesora de Filología de la UCM, a sus tareas docentes y
a su labor investigadora en los diversos campos de la filología portuguesa y
española. Enhorabuena otra vez, Mariví. Yo sé que tú ya disfrutaste de tus trabajos mientras los hacías. Pero siéntete feliz y alégrate, porque no siempre se reconoce en vida aquello que uno ha hecho para los demás.
Aquí traigo el vídeo y el texto del pregón, para quienes queráis verlo y oírlo.
PREGÓN DE LAS FIESTAS DEL
SANTÍSIMO CRISTO DE LAS MARAVILLAS
SEPTIEMBRE 2017.
PLAZA DE TOROS DE LOS NAVALMORALES
"Queridos paisanos, espero que a la escucha de este
pregón improvisado estéis todos bien. Yo también bien, gracias a Dios.
Sr. Alcalde y Ayuntamiento de Los Navalmorales,
familiares, amigos y paisanos navalmoraleños todos, incluyo también a los
forasteros, porque como dice la frase conocida, aquí cabemos todos, ¡¡¡¡muy
buenas noches!!!!!
Es para toda mi familia y para mí un gran honor que
esta corporación se haya acordado de mi persona para realizar el pregón de este
año.
Y les doy la enhorabuena por el buen criterio que
han tenido al elegirme, porque estoy doblemente orgullosa ya que soy la primera
mujer a la que se concede este honor.
Algo va bien, mozas, mujeres, niñas. Los tiempos
van cambiando para nosotras. ¡Enhorabuena!
Pero quiero avisaros de que este pregón lo hemos
escrito entre todas mis primas. Así que si no os gusta no tengo la culpa.
Reclamadles a ellas.
Creo que este ayuntamiento ha acertado de lleno al
invitarme a ser la primera pregonera de Los Navalmorales porque nací en el
barrio más castizo, Tierra Toledo, el más antiguo, el que tiene más solera, el
punto de partida de lo que luego fueron Los Navalmorales.
Tenemos la temperatura más fresca en verano,
estamos más cerca de las estrellas y tenemos el mejor laberinto de calles de
todo el pueblo.
Además, por si fuera poco esta solera, también tengo
raíces maternas en la Villa, en el Convento de los Capuchinos, que eso no lo
tiene cualquiera, sólo los Sánchez-Élez, por algo nos llaman las Frailas,
y también tengo otro pie en la Villa, pues los
Navas nacieron y vivieron en Navalmoral.
Tal vez no parezca mucha cosa, haber nacido en
Tierra Toledo para estar hoy aquí subida, tal vez no sea lo bastante.
Y pensando, pensando creo que he encontrado el
porqué de este honor.
Porque creo que la corporación ha querido rendir homenaje,
en mi persona, a aquellos niños que fueron obligados a salir de aquí por motivos
profesionales de sus padres y marcharse fuera de este lugar. Y que pasados
muchos años han decidido volver y recuperar sus raíces. Es lo que me sucedió. “Me
marcharon” de aquí siendo una niña de pocos meses pero tuve la gran suerte de
poder regresar todos los veranos a partir de los siete años.
El choque entre la vida de fuera, donde vivíamos,
en mi caso, Marruecos, y el modo de vida de aquí fue impactante en todos los
aspectos.
Aquí entramos en contacto con un mundo rural ya casi
en extinción: los rebaños de borras y cabras, que con sus galdarros nos despertaban
en su salida al campo, el chirriar de las ruedas de los carros por el
empedrado, los nombres de oficios y objetos: el galápago, los dediles,
esmamonar, los chupones, fararse, ir a la fuente con la cantarita y el botijo, la
zafra, las orzas, barrer con escobas de paja y de cabezuela, el corral que era
el cuarto de baño, el pozo en las casas, la cueva donde se guardaban el botijo
y la limoná, el palanganero, las albarcas, la comida comunal en el azafate, el
gazpacho en la hortera, el sogato de la lumbre, la marmita, los pucheros, los
calderos, las estrébedes, la plancha de carbón, los frutos desconocidos como
los higos de la tía Gala o las uvas de cojón de gato.
El puesto de la tía Misi y de los Sánsanos para
comprar cañamones, chufas, palodús y habas de las indias, los tostones por
Santiago, el Silo donde jugábamos a la comba y al balón, la novena al “Santo
Cristo de las Maravillas”, las fiestas donde estrenábamos un vestido, la
imponente procesión, el ferial con la buitoma, la ola y las cunitas, el puesto
de la tía Ricarda, donde nos feríabamos una muñeca de cartón y chinflatas, el herradero,
las posadas, las tabernas, el baén donde se reunían los jornaleros para ser
contratados, el pecero con su bicicleta
con serones, la Botona, que nos traía el granizado de limón, los churros de la
tía Rosario atados con un junco, el fresco donde nos reuníamos por las noches…
Y lo mejor, el encuentro con la familia, a la que poco
habíamos visto. La casa de la abuela Evarista, como centro de todo el universo
familiar donde recutíamos todos los nietos. Una vivienda donde había un mulero,
“Por San Ramón se buscan los criaos”, cuadra, pocilga, gallinero y un antiguo
molino, y donde nunca se cerraba la puerta falsa. Donde se sacaba el estiércol
y se metía la paja por el boquerón, se subía el grano a la troje, donde los
primos estezábamos y hacíamos todas las faenas inimaginables, de manera que
cuando nos íbamos la abuela exclamaba entre divertida y harta, “¡Gloria lleváis
pero hay que ver la que dejáis!”.
Se iba a lavar la ropa al río Cedena o al Pusa y nos
bañábamos en viso oteando que ningún pastor estuviera atento al acontecimiento.
Pero lo que no nos gustaba nada, nada, nada, era
la manía que tenían todas las mujeres de la familia en que aprendiéramos a
bordar, a hacer ganchillo, corte y confección.
La cantidad de juegos de cama, mantelerías,
puntillas y punto que nos obligaban, con tarea diaria, si queríamos ir de
paseo. Una auténtica tortura.
Aquí tuvimos la primera cuadrilla, las niñas de mi
calle Amparo que, al anochecer, íbamos a buscar la leche. Aquí nos corrieron los
mozos. Al baile del tío Carpo íbamos en las bodas a echar una, en el baile del
tío Pepe pasamos muchas tardes sentadas en el banco esperando, desesperando, que
algún mozo se apiadara de nosotras y nos sacara a bailar. El Chaparral lo
teníamos desgastado de los paseos sin fin, arriba y abajo, esperando que
vinieran ¡ay! los mozos a acompañarnos.
Estoy muy orgullosa de ser de este pueblo. Aquí
tengo mis raíces y por eso, después de haber sido una andorrera, pasados los
años he regresado a Los Navalmorales y aquí tengo una casa, que he intentado
por todos los medios que se parezca lo más posible a la de la abuela Evarista.
En los años 90, cuando preparábamos Jesús (mi
marido) y yo el libro de mi padre, Telesforo, Recuerdos y Memorias, descubrí que en este pueblo se habían cantado
romances desde muy antiguo:
Gerineldo, Gerineldo, Gerineldito pulido
Quién te tuviera una noche, tres horas a mi albedrío
Para mí fue una revelación totalmente inesperada: durante
años había venido regularmente a nuestro pueblo y nunca había oído hablar a los
navalmoraleños de esta composición, documentada ya en el siglo XVI.
A partir de este texto fui tirando del hilo y hoy sabemos
que este pueblo tiene un rico legado de romances, transmitidos de boca en boca,
como “La doncella guerrera”:
-
De amores me muero madre de amores me muero yo
Que
los ojos de don Marcos son de hembra y
no de varón.
-
Convídale tú, hijo mío, a la playa a bañar
Que como
ella sea hembra no se querrá desnudar.
Los testimonios, unos 85, que recogí gracias a la
generosidad de tantos navalmoraleños, constituyen uno de los documentos más
importantes que se conocen en Castilla – La Mancha y en Extremadura, y por ello
el Romancero y Cancionero de Los
Navalmorales, que los reúne, está incluido en una base de datos de la
Universidad Americana de Whashington.
¿Y por qué este
pueblo tiene tantos testimonios de literatura oral y tradicional, de cantares,
canciones y con tantas variantes?
Porque este
pueblo está en un cruce de caminos y ha sido un lugar de encuentro de gentes
que venían de otras partes y que por aquí pasaban. Aquí se venía a comprar de
los pueblos próximos. Aquí había importantes fraguas que sirvieron a los
ejércitos en la primera guerra mundial, aquí hubo un comercio activo y en
expansión.
Porque Los
Navalmorales es un pueblo acogedor y solidario. Nuestros amigos cuando vienen
quieren volver y se lo dicen a otros amigos, que también se apuntan.
Para no hablar
del aceite que, como decía mi madre, es el mejor del mundo, sobre todo el de
los Carriles. Ni del mazapán que encargan en Navidad de todas partes, incluido
el extranjero.
Somos un pueblo
generoso. Aquí existen una serie de asociaciones sin ánimo de lucro, lo que ahora
llaman ONGs. Además de las religiosas, como Cáritas, está Cruz Roja, que recibió la medalla de oro por
la integración en la escuela, la Mesa de Trabajo por Los Navalmorales, la
Mirada Verde, el campamento veraniego de niños, el apoyo a Guinea Ecuatorial.
Asociaciones como La Amistad, la Banda Municipal Pepe Menor, la Coral Cristo de
las Maravillas, el Grupo de Jotas, el Club Sports Pusa de Ciclismo, la
Hermandad de la Santa Cruz, el Grupo de Ajedrez, Las Correcaminos, el Club de
Fútbol, y otras más de las que me olvidaré.
Somos un pueblo
abierto y en continua transformación. En el último número de Forja se dice que el 26 por cien de las
personas que viven en Los Navalmorales han nacido fuera de Castilla –La Mancha,
y de ellos el 15% son extranjeros, no olvidemos la cantidad de parejas mixtas
aquí instaladas.
Y somos también
un pueblo informado y formado, un pueblo que sabe defender sus derechos como
demuestran los muchos pleitos que mantuvimos con el Señorío de Valdepusa desde
el siglo XVIII, para pagar menos impuestos al Marqués cambiando la siembra de
cereales por la plantación de olivas, evitando así unas cargas injustas.
Un pueblo con
visión de futuro, como lo demuestran la iniciativa de los vecinos, allá por el
año 1653, para convertirse en Villa y la decisión de unir los dos pueblos, por
acuerdo unánime de sus ayuntamientos, en 1833.
Paisanos,
navalmoraleños, voy a terminar contando una anécdota personal. Cuando nos
casamos Jesús y yo, al finalizar la comida en el restaurante, nuestros amigos
recitaron poemas elevados relativos al amor, cantaron canciones alusivas románticas
y después…., claro está, empezaron todos a gritar ¡que cante la novia, que
cante la novia!
Yo, que soy muy
tímida, me quedé en blanco y sólo se me ocurrió cantar, para espanto de todos:
Y yo no niego mi patria
Soy de Los Navalmorales
Y yo no niego mi patria
Tampoco puedo negar
Que un morenito me mata.
Felices fiestas
a todos. Bailad mucho y bebed poco.
Vivan Los
Navalmorales.
Viva el
Santísimo Cristo de las Maravillas."
Anexos
Sobre el
barranqueño
htmlhttp://www.cm-barrancos.pt/cultura/pdf/Classifica%C3%A7%C3%A3o%20Dialecto%20Barranquenho%20PCIM%20(v%20final).pdf
Sobre la
RABACH de Toledo
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