domingo, 24 de diciembre de 2017

Forja 32, un nuevo número de la revista de Los Navalmorales



 Forja Nº 32 Diciembre 2017

“Este número de Forja queremos dedicárselo a Raquel NevadoMaestra y Profesora de muchos niños, niñas y jóvenes de nuestro pueblo, entre los cuales me encuentro. Queremos que este sea el comienzo del reconocimiento que mereces por tu inmensa y entregada tarea en la instrucción y educación de tantas generaciones de navalmoraleños. Gracias, Raquel”. Así rinde homenaje María Teresa de Castro a su maestra, en su Saluda de la Presidenta de la Mesa de Trabajo (p. 2).

“Raquel Nevado y su Escuela fueron el faro que nos orientó hacia el futuro, en la oscuridad de un pueblo entonces sumido en una pobreza áspera, donde la cultura no era un valor en alza, y nos abrió las puertas del porvenir a los que entonces empezábamos a vivir, a mirar más lejos gracias a “esos queridos gigantes” que nos auparon con su esfuerzo y tesón, para que pudiéramos ver más lejos y saliéramos adelante, hacia  una vida mejor”.  De esta forma expresa su reconocimiento José Félix del Puerto a su maestra, en el artículo titulado Raquel Nevado (pp. 4,5).

El Consejo de Redacción de Forja hace suyas las palabras de Tere y de Félix, y lo hace con la intención de que esta sea solo la primera piedra en el reconocimiento que Raquel tiene bien merecido. Así pues, Forja propone a todo el pueblo, encabezado por sus autoridades, que se inicien los preparativos de un discreto y sentido Homenaje a Raquel cuyo lema podía ser el título de este editorial.

Terminemos con palabras de Félix: “Raquel Nevado García es una de esas personas que merecen el reconocimiento de todos aquellos que se beneficiaron directamente de su arrojo, esfuerzo y valor, pero también de aquellos que lo fueron indirectamente. Saldemos esta injusticia de olvido e ingratitud, en la forma que mejor podamos y sepamos”.
                                               
                                                                       El Consejo de Redacción 
   






Feliz Nochebuena

Belén en san Ginés. Madrid


Os deseo a todos los que entráis en este blog una feliz Nochebuena en compañía de vuestros familiares y amigos y un año 2018 lleno de paz, de buena ventura, de trabajo y de buenos ratos para vuestras aficiones.


Mi hermana y aquel anuncio



En aquellos días de Navidad íbamos en casa de El Sordo, que era de los pocos que tenía televisor. De pronto apareció en medio de una película: era un anuncio pegadizo y sencillo, rural y antiguo; venía del fondo del tiempo y te trasladaba lejos, a la casa del pueblo, entre los familiares y amigos de toda la vida.

Aquel anuncio siempre acompañaría a mi hermana, siempre, en la granja y en Madrid, en Canarias y en Sevilla, en Tres Cantos y en Aldeanovita. Era el mensaje feliz.

Aquel anuncio, a pesar de lo que vino después, siempre la ayudaría a encontrar la alegría de la Navidad, envuelta en ritos familiares.

Sí, aquel anuncio sería para mi hermana la Navidad, una mezcla de frío y misterio, de risas y villancicos.

Un beso, hermanita.


lunes, 11 de diciembre de 2017

Aldapeko





El viernes, 21 de enero de 2011, escribí una Entrada en este blog titulada Aldapeko. Ha sido leída más de 4500 veces. Y en Google, cuando se busca Aldapeko, muy pronto aparece en Robles Amarillos, en octavo lugar. 

La traigo aquí de nuevo, como homenaje a los buscadores de perlas. Y se la dedico a Karlos, el hacedor de cenas, de vez en cuando, con un grupo de amigos.

Gracias, también, a todos los visitantes.




Viernes, 21 de enero de 2011

Aldapeko

Hace unos meses me envió mi hermano un audio con la canción Aldapeko. En su comentario Javi me decía "¿Cuántos años hace, cuarenta quizá?". Luego hacía una reflexión sobre el paso del tiempo y sobre lo extraño de que por aquel entonces en Madrid, años sesenta, yo hubiera aprendido una canción en vasco.

Y así era. En la Escuela Normal de Magisterio de Madrid y en el coro de la Residencia Divino Maestro nos enseñaban a solfear, y además aprendíamos canciones a cuatro voces en castellano, en vasco, canciones rusas, italianas; en fin, un buen repertorio de música coral y popular. En vacaciones yo cantaba algunas de aquellas canciones y Javi se las aprendía.

Muchos años después, sin buscarlo, ¡zas! se encontró en Internet con  Aldapeko. Y me escribió un correo todo contento. Y yo aquí os la traigo hoy, por si os gusta.
 

Versión original 

 

Aldapeko sagarraren

adarraren puntan

puntaren puntan

txoria zegoen kantari.


Xiru-liruli, xiru-liruli,

nork dantzatuko ote du

soinutxo hori?


                                   Zubiburu zelaieko

oihanaren zolan,

zolaren zolan,

lili bat bada beilari.


Xiru-liruli, xiru-liruli,

nork bilduko ote du

lili xarmant hori?


Mende huntan jasan dudan

bihotzeko pena,

penaren pena,

nola behar dut ekarri?


Xiru-liruli, xiru-liruli,

zuk maitea hartzazu

 ene pena hori!

 

 

Traducción

 

En la última punta

de la rama del manzano

de la cuesta

estaba cantando el pajarillo.


Chiru- liruli, chiru-liruli,

¿Quién ha de bailar

esa musiquilla bien?


En el fondo,

muy al fondo del bosque

junto al prado sobre el puente

hay una flor en vela.


                                  Chiru- liruli, chiru-liruli,
                                  ¿Quién ha de recoger

esa flor encantadora?


La pena de mi corazón

pena penísima que he sufrido

a lo largo de este siglo

¿cómo la voy a contar?


Chiru- liruli, chiru-liruli

¡Recibe tú, querida,

esa pena mía! 

 

 

 Versión libre 

 

En la punta del manzano

hay un pajarito,

un pajarito

que sin cesar canta siempre así:

 

chiruliruli, chiruliruli,

canta pajarito,

canta y canta siempre así. 

 

En la vega, la avecilla

alegre y trinadora

canta a la aurora

¡qué juguetón suena su cantar!

 

chiruliruli, chiruliruli,

canta pajarito,

canta y canta siempre así.

 

¡Quién podrá cantar

música mejor!

Canta pajarito

 la esperanza y el amor.