En la Navidad de 2020, la familia Aguado tiró de ingenio y optimismo y decoró maravillosamente su fachada de la casa de la calle Pavía, en Los Navalmorales, dándonos a todos, chicos y mayores, razones para sentirnos bien y sonreír con dulzura en aquel triste y oscuro tiempo de pandemia. Y se llevaron el primer premio del concurso de fachadas decoradas que convocó el Ayuntamiento, no hubo duda ninguna.
Pero eso era solo el principio. Aquí va un enlace a Forja, la revista de Los Navalmorales, donde han publicado un artículo en el último número, firmado por las hermanas Aguado, en el que nos explican la creación de La senda de la tía Felisa, un artículo que podéis leer en el enlace (p. 61) o aquí en este blog, pues lo reproduzco tal cual.
Y después
van dos vídeos, uno de RTV Castilla-La Mancha, en cuyo programa Ancha es Castilla
la Mancha de hace unos días dieron noticia de la senda de la tía Felisa. Y otro
vídeo, en este caso obra de Pily Nevado, que
nos recrea en la ya famosa senda, y cuyo recorrido alegra tanto el ojo de niños y mayores.
Nieves y Esmeralda Aguado: mil gracias, mil, por vuestro ingenio y por vuestra alegría. Gracias por ejercer esa cosa que se llama memoria viva. Gracias, en nombre de Carolina, mi nieta, que con su abuela disfrutó de lo lindo cuando caminaron juntas por La senda de la tía Felisa. Jesús Bermejo
“Senda tía Felisa”, Camino del Calancho- Los Navalmorales
http://www.losnavalmorales.com/mesa/pdf/Forja42_web.pdf
(Pulsa en el enlace unos segundos y se descargará la revista. Después, ve a la p. 61)
"Todavía
podemos recordar el olor de esas mañanas a la hora del alba. El sol esbozando
una sonrisa e iluminando esas frescas mañanas de un caluroso verano.
Un largo
pero corto camino nos esperaba. Un camino lleno de historias. Historias
maravillosas de cada rincón, de cada piedra, de cada árbol. Donde el caminar no
solo era andar, sino un caminar soñando hacia un mundo de anécdotas y leyendas.
Ese era el Camino del Calancho.
Durante nuestra niñez recorríamos ese camino
varios días a la semana para llegar hasta el pueblo. Íbamos siempre ilusionadas
porque, aunque podríamos haberlo hecho con los ojos cerrados, siempre algo
diferente nos aguardaba y miles de aventuras nos esperaban.
Pasaron
los años y este camino se llenó de espinosas zarzas, de amargas hierbas, y los
bellos recuerdos se quedaron en el olvido.
Ahora es
un sendero oficial de la Diputación de Toledo, gracias al Ayuntamiento de Los
Navalmorales. Al ver de nuevo el camino como antiguamente, floreció esa ilusión
que había invernado durante años en nuestro interior.
¿Y cómo
ensalzar su belleza? ¿Cómo mostrar su magia? ¿Cómo compartir nuestra locura?
Y así
empezamos nuestras pequeñas obras de arte.
Trastos
viejos que con un poco de imaginación y una mirada de fantasía, se convertían
en curiosas esculturas. Objetos, que, con una chispa de humor, terminaban
colocadas en la senda. Chatarras oxidadas y maderas carcomidas, que con una
pizca de ingenio se transformaban.
Y no
podía faltar la forja, el hierro de nuestro gran artista el Tío Gonzalo,
nuestro gran Maestro. Maestro que nos ha enseñado a trabajar de forma
incansable, a que querer es poder, a que uno piensa soñando, a que uno crea
pensando, a poner pasión, ilusión, esfuerzo y coraje.
Y por
supuesto, a manejar cualquier tipo de herramienta.
Solo
faltaba ponerle un nombre, pero eso fue lo más fácil, “Senda Tía Felisa”. No
podía faltar nuestra madre; la que nos acompañaba en nuestra niñez por aquel
camino y nos contaba todas aquellas bellas historias, los secretos de cada
rincón y miles anécdotas por ella vividas en aquellos parajes.
La Tía
Felisa que nos enseñó a amar la naturaleza, la tierra, a mirar, oler, escuchar
y saborear aquello que nos rodea, a poner pasión a la vida, a sonreír cada
mañana y lo más importante a reírse de uno mismo. Porque “la Tía Felisa, cuanto
más larga, más lisa”.
Ha sido
un verano de trabajo intenso, pero maravilloso. Hemos disfrutado como aquellas
pequeñas cada mañana.
Esto solo
ha sido el principio y seguiremos trabajando.
Deseamos de todo corazón, que todo el mundo disfrute de ella y quién sabe si quizá, contagiarse de la magia de esta senda".
Nieves Aguado y Esmeralda Aguado
¡Qué maravilla de senda! Da gusto comprobar que hay gente que solo piensa en hacernos la vida un poco más alegre. Felicítales de mi parte
ResponderEliminarMuy bonito, qué original.
ResponderEliminarDa gusto que haya gente así 👏👏
ResponderEliminar👏👏👏para las hermanas Aguado
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