En la Revista Forja, de Los Navalmorales me publicaron hace unos meses el escrito La Calera: Memorias de un tiempo de trabajo. Traigo aquí el enlace por si lo querèis ojear.
Siempre quedará grabado en su memoria
ese dromedario que lucen tus tapiales
coronados de tejas sabiamente dispuestas
para que la lluvia no cale en sus adentros.
Esas tejas que en invierno
rebosan de nieve en polvo
mientras los árboles duermen
en silencio y al viento.
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