martes, 14 de abril de 2020

Saxofón en el confinamiento



Hace algún tiempo vi en la calle Preciados de Madrid a un músico callejero que,  abstraído en su música, nos atraía hacia su arte con misterio. Regresando a casa, le iba dando vueltas a aquel momento y, más adelante, escribí unos apuntes en un papel. Estando en el tercer o cuarto día de este singular confinamiento, cogí el papel y escribí en un cuaderno de rayas un poema que parecía coger forma. Hoy le he dado otra vuelta y creo que he llegado a donde quería ir: el misterio de la seducción de la música, que consuela el alma y esponja el cuerpo. 

                    
Saxofón

La música de saxo sincopada
inundaba el ambiente de silencio
y una ola de luz de primavera 
paseaba sus acordes por la calle.

Las voces cadenciosas diluían
su triste y temeroso desamparo,
 y el saxofón subía y se extendía
por lo hondo del misterio de la noche.

Así acabó rodando melodiosa
la pieza de tristeza y de silencio,
que colmó la ovación con sutileza
suspendidas las voces de la gente.
                   
                          Antonio Aravalle
                                  (JB, 16 de abril de 2020)






No hay comentarios:

Publicar un comentario