miércoles, 7 de diciembre de 2022

La emoción de un comentario


Cuando yo tenía este blog en el diario El País, Ana Belén, hija y nieta de vecinos de Puerto Castilla (Ávila), escribió el 24 de mayo de 2010 un comentario en mi relato Robles Amarillos.

“He visto tu blog y me he emocionado. Yo soy nieta de dos personas del pueblo, Domingo y María. Mi madre y mi tío nacieron allí, en Puerto Castilla. Sólo conservan un prado por la salida hacia Barco de Ávila. En ese pueblo guardo muchos recuerdos de infancia. Ahora, al ver las fotos no he podido evitar llorar. Gracias.

Ya más tranquila, puedo comentarte algo más de mis recuerdos de Puerto Castilla. Mis abuelos vivían en el barrio de abajo, en un callejón que daba a una plaza con una cruz de piedra. Me acuerdo de sus vecinos: Alejandra, Jesús, María, Martina... También me viene a la cabeza Longina, buena amiga de mi abuela María. Supongo que la mayoría habrán fallecido, como mis abuelos, Domingo y María.

De pequeña pasaba los veranos en ese pueblo al que hace muchos años que no voy. Recuerdo su río, las treinta pasaderas, los renacuajos, la moras, los castaños, los nogales, los avellanos... Recuerdo a mi abuelo en su caballo, y cómo me subía sin esfuerzo a su montura, y el vértigo que me daba mirar hacia abajo... Ahora también siento vértigo y la necesidad de volver, aunque la casa en la que tengo mis recuerdos sea ajena.

De nuevo te doy las gracias por haberme abierto ese huequecito que nunca ha estado cerrado del todo.”

A ese comentario tan emocionado respondí en mi blog.

“Cuando leí esta mañana tu comentario, Ana Belén, sentí una alegría contenida. Una alegría que unía la satisfacción de saber que este blog puede ser útil, y la sincera emoción de sentir también esa melancolía que tus palabras muestran.

Sí, por mi edad conocí a tus abuelos, tío Domingo Bibiano y tía María, y a sus hijos, tu tío Paco, algún año mayor que yo, y tu madre, cuyo nombre no recuerdo, pero a quien tuve la satisfacción de saludar en la feria de san Miguel, en el ventorro Zamarro, a finales de septiembre del año pasado.

Sí, recuerdo aquel callejón junto a la plazuela, y a todos sus vecinos; algunos de los mayores ya han fallecido, pero otros siguen viviendo, ya con muchos años, claro.

Si vuelves algún día al pueblo (junio es un mes estupendo para ello), podrás seguir viendo el río Aravalle, con sus treinta pasaderas, sus renacuajos, las moras, los avellanos, los nogales… Teniendo en cuenta lo que ha cambiado el paisaje en España en los últimos treinta años, en El Puerto se puede decir que salvo ciertos cambios menores, todo sigue igual, pues coinciden dos circunstancias, una buena y otra mala. La buena: Que está dentro del parque Regional de Gredos, y hay una aceptable protección del medio natural. La mala: Que apenas viven allí unas cien personas todo el año, debido a lo duro del clima y a las pocas posibilidades de desarrollo.

¡Qué hermoso lo que dices del caballo y de tu abuelo, y del vértigo que te daba mirar hacia abajo! ¡Qué verdad eso del vértigo del tiempo al querer regresar a un lugar en el que está instalada parte de la infancia! No lo dudes, prepara tu viaje y regresa. Gracias, Ana Belén, por tus palabras y por hacer que sienta que este blog te ha sido útil."



Ahora, doce años después, revisando algunas cosas de este blog he visto este comentario de Ana Belén. Lo subo aquí de nuevo porque me gusta cómo expresa esa emoción contenida al evocar su infancia, provocada al leer mi relato y al ver el álbum de fotos de una página web de Puerto  Castilla que hubo durante aquellos años. 

Y bien que me alegraría que este artículo le pudiera llegar a Ana Belén si alguien, desde las redes sociales o por otras vías, se lo enviase. Estaría bien, sería un retorno curioso.


1 comentario:

  1. Qué historia tan bonita! Mis padres compraron la casa a los hijos de Domingo y María hace ya casi 20 años. Nuestros antepasados no provienen de Puerto Castilla pero todos sus vecinos nos han acogido desde el principio. Si Ana Belén encuentra estos comentarios algún día...que sepa que está invitadísima a la casa que tantos años fue de su familia y que con mucho gusto le enseñaremos para que afloren muchos más recuerdos 😊
    Diciembre de e

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