lunes, 22 de octubre de 2018

Sexismo lingüístico y visibilidad de la mujer




Sexismo lingüístico y visibilidad de la mujer es el título de un artículo publicado en 2012 cuyo autor es Ignacio Bosque, de la Real Academia Española, Catedrático de Lengua Española de la Universidad Complutense de Madrid y  Ponente de la Nueva gramática de la lengua española. 


Algunos fragmentos del artículo

En los últimos años se han publicado en España numerosas guías de lenguaje no sexista. Han sido editadas por universidades, comunidades autónomas, sindicatos, ayuntamientos y otras instituciones...

La mayor parte de estas guías han sido escritas sin la participación de los lingüistas... Cabe pensar que los responsables o los impulsores de las demás guías entienden que no corresponde a los lingüistas determinar si los usos verbales de los hispanohablantes son o no sexistas. Aunque se analizan en ellas no pocos aspectos del léxico, la morfología o la sintaxis, sus autores parecen entender que las decisiones sobre todas estas cuestiones deben tomarse sin la intervención de los profesionales del lenguaje, de forma que el criterio para decidir si existe o no sexismo lingüístico será la conciencia social de las mujeres o, simplemente, de los ciudadanos contrarios a la discriminación…

Se ha señalado en varias ocasiones que los textos a los que me refiero contienen recomendaciones que contravienen no solo normas de la Real Academia Española y la Asociación de Academias, sino también de varias gramáticas normativas, así como de numerosas guías de estilo elaboradas en los últimos años por muy diversos medios de comunicación. En ciertos casos, las propuestas de las guías de lenguaje no sexista conculcan aspectos gramaticales o léxicos firmemente asentados en nuestro sistema lingüístico, o bien anulan distinciones y matices que deberían explicar en sus clases de Lengua los profesores de Enseñanza Media, lo que introduce en cierta manera un conflicto de competencias…

Llama la atención el que sean tantas las personas que creen que los significados de las palabras se deciden en asambleas de notables, y que se negocian y se promulgan como las leyes. Parecen pensar que el sistema lingüístico es una especie de código civil o de la circulación: cada norma tiene su fecha; cada ley se revisa, se negocia o se enmienda en determinada ocasión, sea la elección del indicativo o del subjuntivo, la posición del adjetivo, la concordancia de tiempos o la acepción cuarta de este verbo o aquel sustantivo.  Nadie niega que la lengua refleje, especialmente en su léxico, distinciones de naturaleza social, pero es muy discutible que la evolución de su estructura morfológica y sintáctica dependa de la decisión consciente de los hablantes o que se pueda controlar con normas de política lingüística…

El propósito último de las guías de lenguaje no sexista no puede ser más loable: contribuir a la emancipación de la mujer y a que alcance su igualdad con el hombre en todos los ámbitos del mundo profesional y laboral. Intuyo que somos muchos —y muchas— los que pensamos que la verdadera lucha por la igualdad consiste en tratar de que esta se extienda por completo en las prácticas sociales y en la mentalidad de los ciudadanos. No creemos que tenga sentido forzar las estructuras lingüísticas para que constituyan un espejo de la realidad, impulsar políticas normativas que separen el lenguaje oficial del real, ahondar en las etimologías para descartar el uso actual de expresiones ya fosilizadas o pensar que las convenciones gramaticales nos impiden expresar en libertad nuestros pensamientos o interpretar los de los demás…

Mucho me temo, sin embargo, que las propuestas no estén hechas para ser adaptadas al lenguaje común. Unas veces se dice expresamente en las guías, pero otras queda tan solo sobrentendido: se supone que los cambios que se solicitan han de afectar únicamente al lenguaje oficial. Se aplicarían, pues, a los textos legales o administrativos (lengua escrita) y a los discursos públicos, las declaraciones, las ruedas de prensa y otras manifestaciones de la lengua oral. Se ve como algo enteramente natural que la autoridad, el responsable o el gestor que desdobla usuarios y usuarias o ciudadanos y ciudadanas se olvide de su desdoblamiento cuando ya no esté delante de un micrófono o de una cámara. Una vez abandone la tribuna o el estudio de grabación, dirá que “va a cenar con unos amigos”, sin intención de excluir a las mujeres, o que “tiene que ir al colegio a recoger a sus hijos”, sin que hayamos de suponer que no tiene hijas. Hablará, en una palabra, como todo el mundo.



Frases en las que Ignacio Bosque señala que hay sexismo evidente

En el turismo accidentado viajaban dos noruegos con sus mujeres.
Los directivos acudirán a la cena con sus mujeres.
Gente que solo busca su pan, su hembra, su fiesta en paz.
Los ingleses prefieren el té al café, como prefieren las mujeres rubias a las morenas.

Frases en las que Ignacio Bosque señala que no hay sexismo

Los afectados recibirán una indemnización.
Se hará saber a todos los estudiantes.
Los funcionarios interinos que hayan trabajado entre el 8 de julio y el 7 de enero.
Carta de derechos de los trabajadores en paro.


Ejemplo máximo de texto “no sexista”: Fragmento de la constitución de la República Bolivariana de Venezuela

«Sólo los venezolanos y venezolanas por nacimiento y sin otra nacionalidad podrán ejercer los cargos de Presidente o Presidenta de la República, Vicepresidente Ejecutivo o Vicepresidenta Ejecutiva, Presidente o Presidenta y Vicepresidentes o Vicepresidentas de la Asamblea Nacional, magistrados o magistradas del Tribunal Supremo de Justicia, Presidente o Presidenta del Consejo Nacional Electoral, Procurador o Procuradora General de la República, Contralor o Contralora General de la República, Fiscal General de la República, Defensor o Defensora del Pueblo, Ministros o Ministras de los despachos relacionados con la seguridad de la Nación, finanzas, energía y minas, educación; Gobernadores o Gobernadoras y Alcaldes o Alcaldesas de los Estados y Municipios fronterizos y de aquellos contemplados en la Ley Orgánica de la Fuerza Armada Nacional.»  



Ejemplo práctico: Artículo de El diario.es

https://www.eldiario.es/economia/millennial-aspirantes-trabajar-capten-clientes-revolut_0_826618205.html

En color naranja señalamos las incorrecciones sexistas según las guías de lenguaje no sexista. Entendemos que Ignacio Bosque consideraría que no hay sexismo en estos casos. Yo estoy de acuerdo con Bosque.
Tras treinta minutos de entrevista por Skype, a Laura le llegó un email con los siguientes pasos. Si quería progresar y que la valoraran para el puesto de responsable del negocio en España, tenía que pasar una prueba: conseguir al menos 200 nuevos clientes que se descargaran la app del banco, abrieran una cuenta, metieran diez euros y pidieran una tarjeta que les llegaría por correo días después.
En siete días comprobarían cuántos clientes había conseguido. A partir de 200 estaba bien", cuenta. "Lo pensé y me pareció abusivo. Juegan con gente que busca trabajo con muchas ganas. Es trabajo gratis".
Si hubiera captado 200 nuevos clientes y no la hubieran contratado, a Laura tampoco le habrían pagado su semana de trabajo. Y, según el banco, hasta la fecha ha habido entre 30 y 50 aspirantes al puesto, de los cuales ninguno se ha quejado por trabajar sin cobrar. 
Laura rechazó el "reto" de captar clientes gratis y se lo comunicó por email a la empresa. Tras haber contactado con ellos desde este periódico, Laura recibió un email de disculpa de la jefa de recursos humanos. "Por favor, acepta nuestra disculpa. No pretendíamos causar tal reacción y frustración de tu parte. Tus comentarios tienen sentido y los consideraremos cuando tratemos con candidatos la próxima vez. No queremos que la gente sienta que la usamos para conseguir usuarios".

Sin embargo, según Bosque, entendemos que sí habría sexismo en este párrafo, y yo estoy de acuerdo:
La práctica es perfectamente denunciable, según fuentes del sindicato CCOO. "Si yo soy un chaval joven, hago una campaña, meto a 200 clientes y luego no me contratas, ¿qué cara se me queda? Desde el punto de vista de la normativa sindical estoy fuera. Pero es como si eres chica y te exigen ir en minifalda: denunciable", apuntan.



Y ya para terminar, un enlace a un artículo de Alex Grijelmo



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