jueves, 11 de marzo de 2021

Las JONS y Hasél, de Jorge M. Reverte



 

 Las JONS y Hasél

Columna de Jorge M. Reverte publicada el viernes, 26 de febrero de 2021, en el diario El País

 Los ojeadores de Vox no le pierden el ojo al rapero encarcelado, Pablo Hasél, que podría ser lo que ellos necesitan en esta etapa de crecimiento desmedido del partido fascista. Santiago Abascal se reserva el papel de José Antonio Primo de Rivera, aunque algo más tosco y menos leído que el fundador de La Falange, quien, al menos por las citas de sus discursos, había llegado hasta Rousseau, que no es poco.

Hasél es, por currículo y por su presente, un estupendo candidato a jefe de unas nuevas Juntas de Ofensiva Nacional Sindicalistas, las JONS, que alcanzaron una cierta notoriedad en los comienzos del fascismo español, hasta que se produjo el gran acierto de fundirlas con La Falange, dando origen a un partido de nombre casi eterno, FE de las JONS.

Las huestes de Onésimo no tenían otro ideario que una confusa, y a la vez muy simple, mezcla de conceptos obreristas y patrióticos. El recurso a la violencia era, en realidad, el núcleo de su ideario. Una violencia que se convertía, en la práctica, en la razón de ser de la organización.  

Guardando las obligadas distancias, los seguidores de Hasél tienen mucho que ver con aquellas bandas de delincuentes que aterrorizaban los campos de Castilla la Vieja. Hoy provocan el pánico en las calles de Barcelona —no solo, pero si notablemente—, y en algunas otras ciudades. Pero su impulso solo se mantiene con vigor allí donde el patriotismo alcanza sus cotas más altas. No es casualidad que los brutales seguidores del rapero alcancen su apogeo militante en una ciudad donde hierve el sentimiento independentista. Movilizar a muchos cientos de escuadristas es más fácil allí donde hay una premovilización que donde no. ¿Qué tiene que ver el rechazo a España con el saqueo de tiendas de ropa deportiva y con la libertad de expresión? Poco, la verdad.

El movimiento que ha desencadenado la entrada en prisión de Hasél no tiene nada que ver con ningún debate sobre la libertad de expresión. Más bien, con la libertad de algunas tribus urbanas para hacer lo que les dé la gana, amparadas por el oportunismo de algunos políticos y por la preexistencia de un mensaje patriótico. Los parados gaditanos están más desesperados aún que los catalanes, pero, por suerte para los demás, no tienen inquietudes patrióticas.

Hasél ya ha creado sus JONS patrióticas y matonas. A ver quién se las compra.

Mi carta a El País, 1330h del viernes 26/2 

Acabo de leer la columna de Jorge M. Reverte "Las JONS y Hasel". Quiero darte las gracias, Jorge, por tu continua labor de esclarecimiento de la política española y de tanta confusión que podría llevar al desastre. Muchas gracias, Jorge, sé qué haces un gran esfuerzo, tú, un gran escritor y un excelente periodista. Tu columna de hoy merece ganar todos los premios del mundo. Es esclarecedora y no puede estar mejor escrita. Gracias.

Respuesta de Jorge M. Reverte, por la tarde, 18,30h 

Muchas gracias por sus palabras, Jesús.

No se quedarán en el vacío.

Un abrazo,

Jorge 

 Mi respuesta a ese correo, la misma tarde. 20,03h

Un abrazo también para usted, Jorge, porque siempre escribe cosas interesantes en su columna y en bastantes de ellas es sublime. Pero hoy, sobre todo, ha sido valiente y cabal, valiente por ir al fondo de las cosas y no dejarse llevar por abajofirmantes, y cabal en el sentido que daba Fray Luis de León al nombre cabal. Gracias de nuevo y mucho ánimo. En medio de tanta farfolla, usted da en diana muy a menudo y tiene la suerte, ganada a pulso eso sí, de que El País sea su altavoz. Sepa usted que quizá seamos muchos los que abrimos los viernes el periódico por su columna, siempre digna, siempre valiente y siempre sincera.

Gracias

Jesús

 

 










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