lunes, 12 de septiembre de 2022

In memoriam: Javier Marías y los zurdos

La noticia de la muerte de Javier Marías, una banda escrita en la cadena de televisión 24 horas, de RTVE, me creó una sensación inicial de incredulidad, que en seguida se convirtió en sobrecogimiento y luego en aceptación. 

Muchos serán los artículos que se escriban acerca de su muerte y de su obra y, sin duda, los habrá de una gran calidad literaria. Por mi parte, diré algo, algo personal y sincero sobre tan importante escritor español.

En primer lugar, la edad, setenta años: esos son los que tengo yo también, una afinidad generacional que cuando suena el clarín te aguijonea.

En segundo lugar, sus artículos en El País Semanal: lo primero que siempre leía al comprarlo cada domingo, apreciando muchas de sus ideas y deleitándome siempre con su inimitable estilo.

En tercer lugar, sus novelas, sus libros: yo soy lector del Javier Marías maduro, leí Corazón tan blanco hacia 1999, y desde ahí todas las novelas que fue escribiendo: Tu rostro mañana, Los enamoramientos, Así empieza lo malo, Berta Isla y Tomás Nevinson. Sobre esta última novela, escribí hace año y medio: “es una novela en el más puro estilo de su autor: en ella cabe todo lo que él quiera y nada sobra. Te envuelve, te atrapa, te hace acompañar a sus personajes, los conoces, los observas, te enteras de todo lo que el autor quiera decir sobre ellos, sobre su sociedad, sobre su historia. Un repaso al mundo del espionaje y una apuesta moral por poner a los terroristas en donde merecen estar. Un placer leer este nuevo libro de Marías.”

Y en cuarto y último lugar, la pertenencia común a una minoría silenciada, los zurdos: en el El País semanal del 8 de mayo de 2001, Javier Marías publicó un artículo sobre esta minoría de 700 millones de personas a la que él calificó de caballerosa y conforme. Inmediatamente después de leer ese artículo, me acordé de aquella foto de Javier Marías que vi una vez en la que aparecía escribiendo con su mano izquierda. ¿Por qué? Pues porque todos los zurdos que nacimos en España allá por los años cincuenta nos veíamos obligados a escribir con la mano derecha desde parvulitos. Y así aprendimos, por las buenas o por las malas. ¿Cómo es que Javier Marías escribía con su mano izquierda, es que había reaprendido años después? La respuesta la encontré leyendo las Memorias de su padre: sus hijos estudiaron en el colegio Estudio, de Madrid, esa isla de libertad educativa en el Madrid franquista. Así que, a ese colegio, al que le debe muchas cosas tanta gente, le debe Marías ser un zurdo español raro: quizá de los pocos zurdos de aquellos cincuenta que haya escrito siempre con su mano izquierda. 

Vaya pues para Javier Marías mi recuerdo y homenaje por estas cuatro cosas que acabo de citar. Y mi compromiso, gratificante siempre, de seguir leyéndolo y disfrutándolo. Hasta siempre.

https://roblesamarillos.blogspot.com/2018/04/los-zurdos-una-minoria-caballerosa_16.html

https://roblesamarillos.blogspot.com/2012/01/me-ha-gustado-el-articulo-de-javier.html



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