Ayer, en la Casa de Campo, estuvimos
viendo y oyendo a Cesaria Evora y su grupo, en un recital limpio, profesional,
muy conjuntado y en le que todos los músicos mimaban siempre la voz de la
cantante caboverdiana.
Desde 1994 vengo siguiéndola, y tengo que
decir que cada día me parece mejor. Y además quiere a su público, sabe darle
sus canciones y sigue cantando descalza, como cuando cantaba en el puerto de
San Vicente en su Cabo Verde. Hace una paradita para fumar, mientras sus
músicos rozan la perfección.
En los bises nos levantó y nos hizo bailar
a todos. Me gustó verla, saber que sigue cantando, lo de antes, mornas, y lo
nuevo, donde va dando cabida al saxo, al violín y al clarinete.
¡Qué versión de "Angola,
Angola"! Era la perfección: voces, cavaquiño, guitarra, piano, batería,
percusión, clarinete, violín, bajo...Todo era un ensamblaje que rozaba lo
sublime.
¡Viva África!
¡Viva Cabo Verde!
¡Viva Cesaria Evora!
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