martes, 11 de enero de 2011

Conociendo a Gerda Taro





Uno
En el excelente suplemento Babelia de El País de ayer sábado, 28 de junio, dedicado a Robert Capa, se hacían referencias frecuentes al gran amor de su vida, la extraordinaria reportera Gerda Taro, esa gran mujer que en plena juventud murió arrollada por un tanque en la batalla de Brunete, en la guerra civil española. Y detallaban ustedes bibliografía suficiente para conocer a Capa y a Gerda.

Pero creo interesante recordar que hace unos años Juan Eduardo Zúñiga publicó Capital de la gloria, sobre el Madrid de la guerra civil, y que es en ese libro donde hay un extraordinario relato dedicado precisamente a Gerda Taro que muestra lo mejor de lo mejor de Zúñiga. En estos tiempos en los que triunfa una trilogía de libros de suspense muy gordos, cuyo valor desconozco porque no los he leído, quiero hacer propaganda de una trilogía de Zúñiga, un autor que es un lujo para nuestra literatura. Se trata de La tierra será un paraíso, Largo noviembre de Madrid y Capital de la gloria. Después de leerlos uno ya no es el mismo, la visión de la guerra es ya otra, el gozo de la lectura, infinitamente más acentuado y las ganas de releer una y otra vez, algo que sus lectores hacemos muy frecuentemente. No es sólo el vocabulario, la sintaxis o el estilo; no sólo la finura, el amor a las víctimas o el conocimiento del ser humano. Es sobre todo estar leyendo a un gran escritor, a un madrileño discreto, a un magnífico cuentista, a un poeta que ama a su ciudad y a los que en ella viven.

Gracias, maestro, por sus hermosos libros. Gracias por el relato Gerda Taro, por el Rosa de Madrid, por el Patrulla del amanecer. Gracias por su discreción. Gracias por escribir.
27 Oct 2009
El día veintiocho de junio publiqué un post titulado Juan Eduardo Zúñiga: Un lujo de escritor , en el que recordaba que este ilustre autor publicó en Capital de la gloria un estupendo relato titulado Ruinas, el trayecto: Guerda Taro, cuyo protagonista, un soldado del ejército republicano en la ruina de marzo de 1939, va poco a poco despojándose de su identidad para obtener una nueva que le libre de las represalias de la dictadura. Ese soldado, a pesar del riesgo que corre, guarda una foto en su chaqueta en la que aparece una reportera, a la que recuerda vagamente, junto a dos hombres en el frente de guerra. Mientras camina por un Madrid sombrío y esquivo, esa foto se va haciendo cada vez más vívida en su memoria de soldado vencido: recuerda el nombre de la fotógrafa, Gerda Taro (Guerda escribe el autor), evoca los detalles de su trabajo junto a ella y se entera de que la foto está hecha en el frente de Brunete, lugar donde ella moriría unos días después de la instantánea.
El soldado recuerda cómo él fue uno de los conductores que la acompañaban al frente, cuando Gerda iba a hacer reportajes que luego publicaban las revistas francesas Regards y Ce Soir. Y poco a poco, en el frío de ese marzo siniestro, Gerda Taro se convierte para él en el símbolo de  la resistencia al fascismo, una resistencia decidida pero desasistida, intrépida pero frágil, valiente pero trágicamente muerta en plena retirada.

Dos


Un mes después fui a Barcelona para ver la exposición de Gerda Taro y Robert Capa en el MNAC, que antes había estado en Nueva York, en Londres y en Milán. Me interesaba mucho la figura de Gerda sobre todo por haber estado oculta detrás de Capa, y porque murió en Brunete arrollada por un tanque mientras trabajaba. Entre tanto hombre pasó desapercibida salvo por su independencia, su pelo rubio y lo guapa que era, pero casi nadie apreció adecuadamente su trabajo. En Barcelona, el 29 de julio, setenta y dos años después de su muerte, vi a Gerda Taro más viva que nunca. Por fin su estrella brillaba en aquella exposición con luz propia.

Tres

Ahora, a finales de octubre, tres meses después de la visita de la exposición, leídos los libros de Susana Fortes (Esperando a Robert Capa) y Fernando Olmeda (Gerda Taro, fotógrafa de guerra), y los catálogos de las dos exposiciones, la de ella y la de Capa, tengo que decir que aún me cautiva más la personalidad de Gerda Taro.
Y si se han podido escribir los libros arriba citados, y se ha podido montar la exposición sobre Gerda, ha sido gracias a la investigadora Irme Schaber, quien mejor ha sabido buscar los rasgos que definen a Gerda y quien más ha reivindicado su figura y su trabajo. Espero que podamos leeer pronto en castellano su libro "Gerda Taro, una fotógrafa revolucionaria en la guerra civil española"



Cuatro

De todo lo que he leído y visto en estos meses me quedo sobre todo con algunas imágenes, las que acompañan estas líneas, y con un fragmento del relato de Zúñiga:
"Pasarán años y olvidaremos todo, y lo que hemos vivido nos parecerá un sueño, y será un tiempo del que no convendrá acordarse. Pero algún día estas fotografías habrán de servir para juzgar la barbarie y la crueldad de unos años sangrientos." [le dijo Gerda Taro al soldado].


Cinco

Repasando cosas para este post , di con un artículo de Alberto Marín titulado Las imágenes heridas de Gerda Taro, publicado en El País el 27 de octubre de 2007, justo hace dos años. En él, su autor hace una extensa reseña de la Exposición de Robert Capa y Gerda Taro en la primera ciudad donde se pudo ver, Nueva York. Es la misma exposición que luego hemos visto en Barcelona este verano, con sólo algunas novedades: ciertas fotos de la Maleta mejicana. Me gusta el artículo, así que lo traigo aquí, por estar con él muy de acuerdo, y porque creo que está muy bien escrito.



Seis

Un proyecto de película: Esperando a Robert Capa

Hace unos días me he enterado de que Michael Mann va a hacer una película basada en el libro de Susana Fortes "Esperando a Robert Capa". No me parece mal, aunque tengo algunas dudas al respecto, porque yo creo que el libro crece cuando los protagonistas llegan a España; pero eso es sólo la última parte del libro. Me da cierto miedo que sea una película de ésas que llaman biopic.
El biopic, dice Borja Cobeaga, “Es un género complejo. En mi opinión se hacen demasiados. Sobre todo porque la obra de los genios es más interesante que su vida personal. Modigliani, Klimt y Chaplin tuvieron biografías apasionantes pero sus biopics dejan mucho que desear como historias dramáticas.

Siete

Una idea de película: La foto de Gerda Taro

Debo decir que desde que vi la Exposición de Gerda Taro en Barcelona no dejo de darle vueltas a una idea. Consiste en la posibilidad de hacer una película basada en el relato de Zúñiga del que hablaba en el post anterior. Según va recordando el soldado a Gerda Taro, se van haciendo flash backs para contar la vida de Gerda. Habría dos planos de realidad: el presente, el trayecto del soldado por Madrid; y el pasado, la vida de Gerda Taro. Al final casi coincidirían: la muerte de Gerda y el final de la guerra, cuando el soldado va a cambiar de identidad. Incluso pensé en la directora: Icíar Bollaín. Pero yo no tengo contactos para llegar a Icíar. ¿Alguien sí?

Ocho
Una exposición en el Círculo de Bellas Artes en 2010: Robert Capa, Gerda Taro y la guerra civil española

Parece ser que el Círculo de Bellas Artes de Madrid va a incluir en su programación para el año 2010 una exposición de fotos de Gerda Taro y Robert Capa sobre la guerra civil. Sería muy interesante que fuesen dos exposiciones, un poco a la manera de la exposición de Barcelona, con el fin de que, una vez más, Gerda no quede tapada por la sombra de Capa. Y sería deseable que incluyeran fotos de La maleta mejicana, aunque será difícil, porque parece ser que en 2010 o 2011 va a montar una exposición sobre esa maleta el ICP de Nueva York, donde están depositadas todas esas fotos. Y sería adecuada también una nueva catalogación de las fotos, pues aún se dan como fotos de Capa algunas que son de Gerda. En todo caso, bienvenida sea esa nueva exposición del Círculo. Madrid no puede quedar fuera del circuito de estas exposiciones. Creo que es una vergüenza que la exposición de Barcelona no pasase también por Madrid, siendo como fue la ciudad donde vivió Gerda en la etapa más interesante de su vida como reportera.

Nueve
16 Jul 2010

Gerda Taro y Robert Capa en Madrid

Hace un año fui a Barcelona para ver la exposición de fotos de Gerda Taro y Robert Capa titulada Esto es la guerra, y en ella aparecían el desgarro y el dolor y, en otros casos, la vida cotidiana e incluso la sonrisa.

Me entristeció que en Madrid no pudiera verse dicha exposición: Muchas fotos están hechas en Madrid; Gerda vivió en Madrid algunas temporadas durante aquellos meses infernales; Gerda murió cerca de Madrid, en Brunete, hace ahora 73 años.

Pero ya en septiembre me enteré de que en el Círculo de Bellas Artes de Madrid iba a montarse una exposición sobre ambos reporteros, pero que no era la misma que la de Barcelona. Pensé que serían fondos del Reina Sofía legados por el hermano de Capa.

Pues bien, ayer se inauguró la exposición en el Círculo y estará abierta hasta septiembre, y…es la misma exposición, Esto es la guerra, patrocinada por la Fundación Pablo Iglesias y el Centro Internacional de Fotografía de Nueva York. Enhorabuena a todos por traer la exposición a Madrid. Sirva como homenaje a Robert y a Gerda, ahora que se celebra el centenario del nacimiento de esta última.

Hoy he ido a ver la citada exposición y es exactamente igual a la otra aunque con algunos matices. En aquélla se especificaba más la serie sobre Muerte de un miliciano; en ésta hay posibilidad de ver muchas fotos en vídeo de La maleta mejicana. Pero en esencia es la misma exposición, tan viva y tan interesante.

Ánimo y acudid a verla. Merece la pena. Hoy me he comprado la biografía de François Maspero sobre Gerda Taro. Será mi lectura de fin de semana.


 
     

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